En el Maule se encuentran la mayoría de los viñedos del país. Junto con el Valle de Curicó, que administrativamente también corresponde a la región del Maule, suman alrededor de 54 mil hectáreas, lo que equivale a cerca de un tercio de la superficie total de viñedos en Chile. De estas, 75% son cepas tintas y casi el 50% plantaciones de cabernet sauvignon.
Una característica que hace a este valle especial es que en él convergen prácticas tradicionales y modernas de viticultura. Hacia el norte se establecieron viñedos nuevos, de variedades finas manejadas con técnicas modernas que incluyen el riego tecnificado. Más al interior subsisten viñedos antiguos, principalmente de cepas como Carignan, País y Malbec, pero también Mourvedre y Moscatel, la mayoría cultivados sin necesidad de riego. Este cultivo tradicional proporciona una identidad especial a los vinos, lo cual es reconocido y valorado en el mercado y ha resultado en un nuevo interés sobre la vitivinicultura del valle.