El río Biobío nace de las lagunas Icalma y Galletué, ambas cordilleranas de origen glacial. Su cuenca es de las más grandes de Chile y el río de los más caudalosos, recibiendo, en su trayecto de 380 km, las aguas de numerosos afluentes.
En el Biobío el clima deja de ser mediterráneo para pasar a ser templado húmedo, y ya menos caluroso que en los valles más al norte. El sector costero tiene altos índices de humedad ambiental y bastantes precipitaciones, que van disminuyendo hacia el interior. La alta oscilación térmica y los fuertes vientos que interactúan con la humedad entregan condiciones ideales para las cosechas.
Al igual que el Itata, en el Biobío también convive lo tradicional con lo moderno. Aún persisten viñedos viejos, descendientes de las primeras parras plantadas por los conquistadores hace más de 450 años. El sector ha demostrado excelentes resultados con variedades blancas como Sauvignon Blanc, Chardonnay, Riesling y Gewürztraminer y tintos como Pinot Noir. Aquí se está abriendo camino a la viticultura de clima más frío, que podrían enriquecer la variedad de la oferta país.